Vinos Invernales
¡Llegó el invierno y con él los vinos invernales!
Si bien todos sabemos lo difícil que es levantarse temprano cuando la térmica se encuentra al nivel del suelo y encima tener que salir a trabajar con capas y capas de ropa como si fuésemos una cebolla, no olvidemos que esta estación del año también tiene situaciones reconfortantes. ¿Quién no disfruta de estar despatarrado en su sillón viendo Netflix o leyendo un libro bien abrigado y con una copa en la mano?
El mes de junio tiene como protagonistas principales a las bufandas, los gorros y los guantes. Pero además, es el momento del año en donde volvemos a enamorarnos de esos vinos invernales, intensos, profundos y reconfortantes, que realzan los platos humeantes tan presentes en la mesa diaria.
Todos tenemos vinos invernales que amamos, esos que hacen de una fría noche de invierno un momento mejor. En esta época del año desfilarán por nuestras mesas tintos opulentos y estructurados, con mayor nivel de alcohol, buen cuerpo y taninos firmes que seguramente en otro momento del año no serían nuestra primera opción.
Los blogueros somos apasionados de la gastronomía, los sabores tradicionales y aquellos que te hacen viajar. Para que puedas maridar los vinos propuestos en esta nota, te compartimos una receta sencilla y así calentar el cuerpo y el alma.
Guiso de lentejas para disfrutar con Vinos Invernales
Ingredientes
– 500 gr de lentejas o lentejones
– 1/2 de carne de vaca
– 1/2 de carne de cerdo
– 1,5 litro de caldo de carne
– 250 gr.de panceta ahumada
– 1 cebolla
– 2 zanahorias
– 1/2 o unas rodajas cortadas en cubos de calabaza
– 2 papas
– 2 tomates cortados en cubos chicos
– 2 chorizos colorados
– 1 choclo (opcional)
– 5 cucharadas de aceite
– 2 cucharadas de pimentón picante o dulce
– sal c/n
Preparación
1- Hay recetas que indican remojar las lentejas, podés reemplazar este paso haciendo una cocción prolongada y a fuego suave.
2- En una cacerola profunda colocá un poco de manteca y aceite de oliva, poné la cebolla picada y deja se dore, agregá el ajo picado y las lentejas .
3- Integrá la carne de vaca cortada en cuadrados, la carne de cerdo. Sin líquido dejá que se dore la preparación.
4- Una vez que la carne cambia de color, agregá de a poco el caldo o agua (primero medio litro), sumá la zanahoria, los tomates cortados en cubos, la papa y calabaza y dejá que se cocinen.
5- Agregá el resto del caldo (vas a notar las lentejas y los vegetales lo van a ir absorbiendo)
6- Si querés- quizá quieras hacer el guiso bajo en grasas- incorporá los trozos de chorizo, sin piel.
7- Luego añadí la panceta.
8- Agregá el pimentón a lo último porque puede dejar un poco amarga la preparación.
9- Finalmente si te gusta la preparación más jugosa, echale más caldo.
10- A disfrutar esta delicia.
Los invitamos a abrigarse bien y disfrutar de esta selección de vinos invernales propuesta por los integrantes de Argentina Wine Bloggers:
Los 13 Vinos Invernales recomendados por los Argentina Wine Bloggers
Nicolás Orsini – Nicolás Orsini Blog
Sophenia Antisynthesis Field Blend 2020 ($4200)
Se puede decir que este vino nació por accidente, pues surgió de una pequeña parcela de Cabernet Sauvignon que fue injertada con Malbec, donde algunas plantas continuaron produciendo la primera variedad y otras la segunda. Es un tinto que combina frutas rojas, flores y también algo especiado. En la boca tiene volumen y un lindo equilibrio entre la elegancia del Malbec y la potencia del Cabernet Sauvignon.
Ale Lahitte – Acercate al Vino
Monte Quieto Alegre Gran Corte 2020 ($ 1850)
Esta bodega ubicada en el corazón de Agrelo tiene en todas sus líneas grandes vinos de invierno con una relación precio – calidad imbatible. El tope de gama es este corte 43% Cabernet Franc, 35% Malbec y 22% Syrah con crianza de un año en barricas de segundo uso que simboliza lo que la familia Casabal y su enólogo Leonardo Quercetti buscan mostrar: complejidad aromática, elegancia, volumen en boca y persistencia infinita. Uno de esos vinos invernales que te invita a disfrutarlo lentamente, recostado en tu sillón favorito y maratoneando una serie.
Roberto Colmenarejo – Vinos en Córdoba
Primaterra Propietario Cabernet Franc 2020 ($2200)
Si bien suelo recomendar mucho los blancos del Valle de Calamuchita (Córdoba), en el último tiempo han aparecido algunos tintos que llaman mi atención. Tal es el caso de este Cabernet Franc de la Bodega Famiglia Furfaro, elaborado con una selección de sus mejores barricas. Ofrece una nariz típica de frutas rojas y negras en sazón, con toques especiados y terrosos. En la boca tiene cuerpo medio, buena fluidez y paso franco; redunda en sabores maduros, con balanceada acidez, taninos aún firmes y persistencia media. ¡Para beber en un almuerzo bajo el solcito invernal!
Francisco Rivero Segura – Logia Petit Verdot
Catalpa Assemblage 2018 ($2900)
Un vino que vale mucho más de lo que cuesta y se lleva de maravillas con los platos invernales de cuchara.
Elaborado con un 35% Cabernet Franc, 35% Merlot, 15% Malbec y 15% Cabernet Sauvignon resulta aromático, intenso, elegante, persistente y muy reconfortante, es de esos vinos invernales que siempre me pregunto por qué no los tomo mas seguido.
¡Salú Jean Edouard!!!
Sebastián Casabé – Cazavinos
Lunta Malbec 2018 ($1500)
En 1928 se plantaron las vides que dieron origen a este vino de aromas intensos y sabores concentrados. Directo desde Luján de Cuyo, este es el tradicional Malbec que se disfruta de principio a fin. Elaborado por el prestigioso enólogo Roberto de la Mota, en nariz destaca su carácter frutado/especiado con recuerdos florales. Al beberlo notaremos profundidad, buen cuerpo y taninos maduros. Si algún amigo o familiar extranjero desea saber por qué el Malbec argentino logró ser tan reconocido a nivel mundial, aquí tienen una posible respuesta.
Fernando Musumeci – Mr. Wines
Pachamama 2016 ($7000)
Seguramente entre las perlas del NOA se encuentra este Malbec que crearon en sociedad el enólogo cafayateño Rafa Domingo junto al reconocido consultor italiano Roberto Cipresso. Toda la intensidad que aporta a las uvas el Valle Rupestre (a 2200 m.s.n.m.), domada en barricas de roble de diferentes usos (1°/2°) y capacidad (225l/160l), dan como resultado un tinto con equilibrio perfecto entre concentración, frescura, longevidad y carácter calchaquí.
Verónica Bruno – Vinos y Pasiones
Calle Contastini Malbec Petit Verdot 2020 ($1840)
Un excelente vino proveniente de un viejo viñedo de Malbec, con un 7% de Petit Verdot. De color rojo rubí intenso, en nariz exhibe notas muy expresivas a frutas rojas con toques florales y vegetales. En boca tiene buen cuerpo, es concentrado, con taninos presentes y minerales. Sin paso por madera, este tinto tuvo una crianza de 7 meses en huevos de cemento. Lupa Wines está ubicado en Paraje Altamira (Valle de Uco, Mendoza).
Javier Failla – Sr. Vinito
Adentro Merlot ($1700)
Un viaje de sabores hacia un terroir único. Un Merlot distinto que nace al pie del Cerro Nevado a una altura de 2865 m.s.n.m. en Cachi (Salta), un lugar óptimo para producir uvas de excelente calidad enológica. Un suelo árido de perfil franco arenoso con mucha piedra, sumado a un clima donde el sol inunda las vides durante largas horas diurnas a elevadas temperaturas pero que se intercala con noches muy frías, dan origen a este potente e intenso exponente varietal que no resigna frescura y fluidez, además del carácter frutado de su tipicidad y su vinificación más actual. Un tinto que se da muy bien en esta nueva zona salteña, invitando al maridaje con potentes guisos regionales.
María Inés Amato – SommAmato
Giménez Rilli Padres Dedicados Malbec 2018 ($2190)
Malbec de la zona de Vista Flores (Valle de Uco, Mendoza), criado 16 meses en barricas de roble. A la vista se presenta con un intenso color rubí. Se expresa con aromas a ciruelas y cerezas negras maduras, a la que se agregan notas de anís que dan una excelente nariz y entrada en boca. Presenta una acidez media y un final redondo con taninos equilibrados. Su expresión e intensidad retronasal son persistentes.
Lisandro Falcone – Por las Catas y las Bodegas
Bad Brothers Facón Selection Cabernet Sauvignon ($4650)
Un Cabernet Sauvignon salteño producido por Agustín Lanús es promesa cumplida de calidad y potencia, pero sin dejar de lado la elegancia. Si uno está buscando un vino sabroso y profundo, esta etiqueta no lo va a defraudar. Sin resignar ni un ápice la identidad calchaquí, aquí encontramos un ejemplar con un delicado trabajo con el roble, que está presente pero no en primer plano; con una primera impresión intensa y rica, que va expresándose luego de a poco en capas interesantísimas de aromas y sabores. Para degustar despacio, disfrutándolo, dejando que vaya contando poco a poco su historia. Un vino especial para una situación especial.
Diego Carnio – El Perfecto Vino
Gran Melodía Malbec Blend de Terroir 2015 ($2200)
El frío despierta sensaciones y búsquedas que se orientan a vinos invernales poderosos, estructurados y tánicos. Disfruto mucho del maridaje que otorga la triple combinación de clima, vino y gastronomía. En este caso, en el gélido invierno que ya está por comenzar, mi descorche recomendado es el Gran Melodía Malbec 2015, un complejo exponente de la variedad con 24 meses de paso por barricas, nacido de las manos de mi estimado Jorge Benites.
Ángel Ramos – El Ángel del Vino
Fin del Mundo Syrah S.V. Finca La Surpina 2018 ($2000)
La bodega neuquina Fin del Mundo sorprende con este Syrah, una cepa no tradicional en la zona, que aquí está muy bien trabajado con 18 meses en roble. De intenso color y amplio espectro aromático, en boca es concentrado, con sedosa untuosidad y leve dulzura. Un buen ejemplar para revisitar esta variedad y disfrutarlo de a sorbitos, cómodamente sentado junto al crepitar del fuego de un hogar en invierno.
Esteban Bruno – El Vino del Mes
Los Stradivarius Porto de Magoas 2018 ($5000)
Clásico vino fortificado sanrafaelino al cual se le interrumpe la fermentación con agregado de alcohol vínico, generando un tinto dulce que reposará luego unos 14 meses en barricas. Al descorcharlo invaden aromas a higos, fruta confitada y tabaco. En boca es envolvente y cremoso. Con mucha personalidad para acompañar un postre o un puro, contemplando el crujir de leños encendidos en un hogar. Su nombre tiene que ver con lo delicado de construir un instrumento como el violín y se elabora con el método tradicional portugués.