4/8 – 50 años de Saint Felicien, un paseo por su historia
Catena Zapata es famosa por sus Malbec, pero que elabora con la misma pasión sus Cabernet Sauvignon.
La cepa es la favorita del dr. Nicolás Catena Zapata, amante de los grandes vinos de Bordeaux, y hunde las raíces en la historia de la bodega cuando Domingo Vicente Catena (¡el famoso D. V. Catena!) decide lanzar en 1963 el Saint Felicien Cabernet Sauvignon.
Desde la bodega aseguran que este vino fue el primero en mencionar el varietal en la etiqueta, siguiendo el estilo norteamericano que tanto gusta al Dr. Catena y que fue su norte cuando asumió el control de la célebre bodega de Agrelo.
De la mano de Ernesto Nesti Bajda, el enólogo mano derecha de Alejandro Vigil, estuvimos conversando sobre el Cabernet Sauvignon, la historia de Saint Felicien, de la bodega y del vino argentino, en una charla donde brindó generosamente sus conocimientos.
El plato fuerte de la noche fue la cata comparativa de Saint Felicien Cabernet Sauvignon 2004 y Saint Felicien Cabernet Sauvignon 2018 con la que pudimos nota la evolución de su estilo y la capacidad de guarda de los vinos argentinos.
Cabernet Sauvignon es la uva más plantada del mundo, cómoda en el tope del ranking desde hace años. Su nombre lo ganó en las zonas más prestigiosas del mundo donde logra vinos excepcionales y que son un parámetro global, como Bordeaux o las del nuevo mundo: Chile, EE.UU. y Australia.
Una de las razones de su éxito es que se adapta fácilmente, pero tiene algunas cuestiones claves a tener en cuenta. Al ser una variedad de ciclo largo, la llegada del otoño y las primeras heladas pueden perjudicarla en el momento más importante. Por eso, cuando en Catena Zapata apostaron a ir por los climas más frescos, el riesgo era muy alto. Sin embargo, el factor altura, que no hay en Burdeos, lo cambia todo en nuestro país.
Nesti Bajda explicó que en las zonas frías se potencian las pirazinas (aromas a pimiento verde, por ejemplo), pero la intensidad lumínica de la altura permite controlarlos. Y por alguna razón estos viñedos aguantan más la uva “colgada” de la planta lo que permite una maduración completa.
Poder probar ambas etiquetas juntas fue un lujo que pocas veces nos damos y nos permitió ver el recorrido y el presente de los vinos argentinos, pero también reflexionar sobre su futuro, entendido como potencial de guarda y perfeccionamiento constante.