¡FELIZ DÍA, RIESLING!
Hoy sábado 13 de marzo se celebra a nivel global el Día Internacional del Riesling. Para festejarlo, los Argentina Wine Bloggers te contamos sobre esta noble variedad blanca y te recomendamos algunas de las etiquetas que podes encontrar en la góndola local.
El Riesling en el mundo
El origen del Riesling no está del todo claro. Si bien la inmensa mayoría de los ampelógrafos coinciden en que este viduño es originario de las márgenes del río Rhin (actuales territorios de Alemania y Alsacia -otrora bajo el control germano, actualmente francés-), algunos historiadores presumen que podría haber nacido en el norte de Italia.
Se estima que en el mundo hay implantadas unas 49.000 ha con este cepaje, ocupando el puesto número 20 en el ranking de las uvas más difundidas. Alemania concentra casi la mitad de esa superficie, siendo su cepa emblemática. Alsacia suma otro 10% del total. El resto se reparte entre varios países de Europa del Este (Austria, Luxemburgo, Serbia, Rep. Checa) y algo en el Nuevo Mundo (Australia, Nueva Zelanda, Canadá y EEUU).
A pesar de su minúscula participación en el encepado mundial, esta icónica variedad es por demás apreciada. Por detrás de la Chardonnay -considerada la “reina de las uvas blancas”-, la Riesling es sumamente valorada en el mercado internacional de vinos. Es interesante destacar que casi la totalidad de los vinos producidos con Riesling son varietales, ya que por tradición no se la suele combinar con otras uvas.
La Riesling tiene la capacidad de ofrecer vinos de estilos muy diversos, según la zona donde se cultive y el punto de cosecha que decida cada viticultor. Pueden encontrarse desde ejemplares ligeros y de consumo rápido hasta vinos excepcionalmente complejos, elegantes y con un formidable potencial de guarda.
Esta uva regala una gran pluralidad de aromas. En cosechas tempranas -o zonas frías- aparecen notas a frutas blancas como peras y manzanas, cítricos como lima y limón o frutas tropicales como piña verde, además de ciertas pinceladas florales. En cosechas avanzadas -o zonas más cálidas- pueden aparecer evocaciones de frutas de carozo como duraznos o damascos, así como toques de miel y pan tostado. Si bien es un concepto discutido, también se menciona comúnmente la sensación de “mineralidad” en estos vinos. Con el envejecimiento en botella, los vinos de este cepaje desarrollan aromas muy típicos -y llamativos- que recuerdan a petróleo, solventes, caucho o cera.
Si bien la gran mayoría de vinos elaborados en base a Riesling son secos y con elevada acidez, por ser una uva sensible a la sobremadurez y a la “podredumbre” noble también pueden encontrarse notables vinos dulces (vendimias tardías, botritizados, etc.).
Otras sinonimias comunes para esta cepa son Rheinriesling y Johannisberger.
La Riesling en Argentina
Se cree que esta variedad llego al país en las décadas de 1910-1920, por gestiones de dos históricas bodegas sanrafaelinas. Sin embargo, las vides más longevas que se conservan de este cepaje están hoy en la Patagonia. En la finca “La Morita” de Bodega Humberto Canale se encuentra el viñedo más antiguo registrado, plantado el 1937.
Durante muchos años, en nuestro país hubo una gran confusión entre las uvas “Riesling Renano” (Riesling) y “Riesling Itálico” (que era Tocai Friulano mal catalogado), por lo que abundaban los vinos etiquetados con el nombre de esta variedad. Gracias al trabajo del prestigioso ampelógrafo local Alberto Alcalde -y otros técnicos del INTA- se logró esclarecer la clasificación y pudo hacerse un censo definitivo de la cepa.
La bodega argentina que acredita tener un Riesling en su portfolio desde hace más tiempo -de manera continuada- es Luigi Bosca-Familia Arizu, quién lo presenta como varietal desde finales de los años 70´. También la ya mencionada Bodega Canale incluye Riesling dentro de sus líneas desde hace varias décadas.
A finales del 2019 el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) publicó, como todos los años, su informe anual de superficie. De allí se deprende que nuestro país cuenta con sólo 78,9 hectáreas plantadas con Riesling. La mayoría de ellas se encuentran en Mendoza (principalmente en el Valle de Uco), mientras que el resto se reparte en pequeños viñedos de San Juan, Salta, Río Negro, Misiones y Buenos Aires.
Esta minúscula cantidad de uva disponible hace que exista un limitado conjunto de etiquetas locales de la variedad. En un relevamiento rápido realizado para esta nota, no encontramos más de una docena de productos (considerando vinos 100% varietales de Riesling o cortes que lo incluyan en alguna proporción).
A continuación les dejamos una selección de ejemplares nacionales. Junto a cada uno de ellos se comparten breves apreciaciones de los integrantes de Argentina Wine Bloggers, para que puedan conocerlos mejor y animarse a probarlos. Salud!
Amalaya Riesling-Torrontés Extra Brut ($660)
Lisandro Falcone del blog Por las Catas y las Bodegas arranca estas recomendaciones con una verdadera “perlita”, pues nos propone un vino espumoso método charmat con 80% de la variedad -y un 20% de Torrontés- proveniente de los Valles Calchaquíes (Salta). Nos indica que pertenece a la bodega Amalaya, que mantiene un pequeño viñedo de Riesling en la finca “San Isidro”, a más de 1800 m.s.n.m. Aquí este cepaje aporta complejidad aromática -de perfil más bien cítrico- y una acidez refrescante; que se amalgama muy bien con las notas florales y el “graso” de boca con que contribuye el Torrontés.
¡Un espumante fresco y frutal, para beber con facilidad un par de copas!
LoSance Riesling ($690)
Ale Lahitte del blog Acercate al Vino nos cuenta brevemente la historia del proyecto LoSance. Un grupo de cuatro hermanos -por parte de padre- que se reencontraron después de muchos años y decidieron emprender un proyecto juntos, como homenaje a su bisabuelo viticultor. María, Pablo, Lilia y Gianluca Sance comenzaron con una línea de espumantes y actualmente agregaron otra de blancos, donde se incluye este Riesling.
Elaborado con uva de Los Chacayes -más un pequeño porcentaje de Chenin en el corte- es un vino expresivo, complejo y equilibrado, con perfume de flores blancas y ananá, seguido de un andar fresco, intenso y sabroso en boca.
Doña Paula Riesling ($785):
Sebastián Casabé del blog Cazavinos lo describe como un vino de color amarillo pálido, que presenta un buen caudal de aromas en donde predomina el perfil cítrico y algunas notas que recuerdan al caucho. En la boca tiene una excelente acidez y buen volumen.
Ángel Ramos del blog El Ángel del Vino agrega además que es un blanco con mucha personalidad y carácter, elaborado con uvas de Gualtallary. Al servir en la copa se perciben notas “apetroladas” -acentuadas por el tiempo, ya que era cosecha 2018-; luego aparecen aromas a caramelo de miel y durazno blanco. En la boca tiene buena textura, recompensando con un largo y grato final.
Humberto Canale Old Vineyard “La Morita” Riesling ($800):
María Fernanda Magnetto del blog Libritos y Vinitos reseña que este producto proviene de la plantación más antigua de Riesling de la Patagonia. Es un vino que presenta un color amarillo verdoso, con aromas a frutas blancas, algo de lima y limón. Al probarlo es fresco, frutado y con acidez equilibrada. Un vino patagónico recomendable 100%.
Roberto Colmenarejo del blog Vinos en Córdoba se declara un fanático de esta etiqueta, confesando haber probado todas las cosechas que salieron al mercado. Menciona que el vino ha ido cambiando estilísticamente a través de los años, desde un vino más sencillo y semi-dulce en sus comienzos hasta un blanco sumamente aromático, mineral, bien seco y de acidez vibrante en la actualidad. Recomienda servirlo frío pero no helado, para no desaprovechar su interesante complejidad olfativa.
Ciertos Riesling evolucionan muy bien con una adecuada guarda en botella nos remarca Ariel Rodríguez de Vinarquía, otro fiel seguidor de esta etiqueta. En su experiencia asegura que este blanco lo hace muy positivamente en los primeros años de guarda, sumando sutilezas y ampliando su ya compleja paleta de aromática y gustativa.
Calfulen Riesling ($890):
Diego Pernas del blog Argentina y sus Vinos nos cuenta que este vino proviene de un parral de apenas 3 hectáreas ubicado en Isla La Esmeralda (una isla fluvial ubicada en el cauce medio del Río Negro, frente a la localidad de Pomona, en una zona donde las aguas forman grandes meandros).
Lo elabora el enólogo Mario Lascano, de amplia experiencia en la Patagonia. El vino de marras exhibe un color amarillo pálido; la primera impresión en nariz es algo tímida, mostrando suaves notas cítricas. En boca es un vino con buena presencia, correcta acidez y un paso algo oleoso, que le otorga un final de boca de mediana intensidad.
Deusa Natural Riesling ($1000)
Fernando Musumeci del blog Mr. Wines siempre sorprende con alguna perlita. En este caso se trata de un Riesling producido en Punta Alta por el elaborador artesanal Martin Abenel usando uvas de añosos parrales ubicados en Pomona (Río Negro).
Es un blanco ligero y delicioso, de aromas nítidamente frutales -pera, durazno blanco-; unidos a una boca fluida, de bajo tenor alcohólico, fresca acidez y grato final. Sólo se han hecho 50 botellas, así que es una verdadera rareza.
Las Perdices Riesling ($1075):
Esteban Bruno del blog El vino del mes nos informa que esta etiqueta forma parte de la línea Exploración, creada para mostrar el trabajo de I+D de la bodega. Producido con uvas de Agrelo y con una crianza de 180 días en tanque (no pasa por roble), muestra un perfil cítrico y mineral. Predominan fragancias como de lima y flores blancas. Su acidez crujiente acidez invita a seguir tomando y su final es largo y perfumado.
María Inés Amato del blog SommAmato está en sintonía con las notas de cata, remarcando su perfil frutal y muy refrescante. Menciona además su elegante botella tipo renana, que engalana la mesa con su sola presencia. Sugiere disfrutarlo bien frio, en la copa del aperitivo.
Luigi Bosca SV Las Compuertas Riesling ($1200)
Francisco Rivero Segura del blog Logia Petit Verdot indica que este vino proviene de un viñedo en Las Compuertas donde se cosechan las uvas destinadas a los vinos de Alta Gama de Luigi Bosca (básicamente las marcas Finca los Nobles e Ícono). Se muestra como un Riesling “multicapas”, que combina esa nota a taller mecánico (hidrocarburos) con cítricos, fruta blanca y una punta herbal. En la boca resulta fresco, con muy buena acidez, cierto peso y un final donde repite todo lo que nos prometió con sus aromas. Como buen ejemplar de la variedad, gana mucho con la guarda en botella.
Pablo Ponce Tiviroli del blog The Big Wine Theory concuerda que es un gran exponente de la cepa. Además nos explica que su vinificación es bastante particular, ya que la mitad de la uva se macera en la prensa a 10ºC durante 8 horas y la otra mitad se prensa directamente. Una vez desborrado todo el mosto, comienza la fermentación a bajas temperaturas con levaduras seleccionadas en tanques de acero inoxidable. Una vez finalizada esta etapa, pasa 60 días sobre borras finas. En sus notas de cata habla de un vino con gran balance y expresión aromática, que va desde lo tropical hasta lo floral. En boca lo elogia por ser complejo y elegante, con una gran frescura al paladar.
Costa & Pampa Riesling ($1200):
Javier Failla del blog Sr. Vinito escogió este blanco elaborado en Chapadmalal (Buenos Aires). Proviene de la Bodega Costa y Pampa (perteneciente al grupo Peñaflor), pionera en el desarrollo de vinos en zonas atlánticas. La elaboración está en manos de Ezequiel Ortego, un enólogo joven que conoce muy bien la zona y sus desafíos, pues está allí desde el nacimiento del proyecto. Yendo al vino en cuestión es un Riesling aromático y bien frutado; ostenta una boca de buen volumen, con reminiscencias salinas y acidez vibrante. Su producción es bastante escasa -y no sale todos los años-, así que hay que estar atento para comprarlo tan pronto llega a las góndolas.
Altaluvia Riesling ($2795)
Nico Orsini de Nicolas Orsini blog nos dice que Altaluvia es un proyecto pequeño que se desprende de Bodega Doña Paula, enfocado en elaborar vinos exclusivamente de las zonas altas del Valle de Uco. Presentan un Riesling de elevada complejidad (40% tiene un paso por barricas de roble francés de segundo uso y el 60% restante solo permanece en tanques de acero inoxidable).
De aromas cítricos, también se percibe ananá y luego de un rato aparecen las notas más estilo petróleo. En boca tiene acidez marcada, algo oleoso, cítrico y de final persistente.
Cerrando esta nota, la Sommelier Verónica Bruno del blog Vinos y Pasiones nos deja algunas sugerencias de maridaje. Los Riesling jóvenes acompañan bien platos en base a pescados o mariscos, así como ciertas preparaciones especiadas/picantes típicas de las gastronomías asiática e india. A la hora de los quesos también resulta un excelente acuerdo, aunque aquí sería mejor un Riesling con algo de evolución o botella -o en elaboración dulce-, para contrapesar bien la potencia de quesos fuertes como brie, camembert, reblochon o incluso azules.